sábado, 31 de marzo de 2012

Soy... ¿quién soy?...

 Pensando por dos, escribiendo por uno... 


Llevo la rienda de tus pantalones, 
de tu mirada soy la dueña,
Controlo el ritmo de tus latidos y tu respiración,
soy master de tus deseos más profundos,
soy la inspiradora de tus palabras de amor,
testigo de tu fiel soledad,
soy directora en tu orquesta de  preguntas y respuestas,
capitán de tus sentimientos reprimidos,
soy verdugo de tus miedos más oscuros,
gobernante de tu aparente sensibilidad, 
soy reina de tus sueños perdidos
y perdida en tu sonrisa de niño...

Por un momento a tu lado doy mi mundo...
Pues, ¿quién soy? En ti estoy perdida amor mío. 
Extraña cosa me ha sucedido.

Soy quien espera Ser...
Soy quien te ama sin sentido,
loca, extraviada y mendiga de tus suspiros...




Aún me haces suspirar...

lunes, 26 de marzo de 2012

A media luz...

Vendrá a probarte... Espéralo...


En un rincón,
agazapado,
escondido,
abrumado,
asustado,
turbado,
desesperado, 
agobiado,
temblando de miedo,
desorientado,
desilusionado...

¿Qué hace ahí? Se esconde.
¿De qué? No lo sabe.
¿Por qué? No lo puede explicar.
¿Hasta cuándo? Hasta que despierte.

Desterrado,
hipnotizado, 
anestesiado...
A media luz...

Enamorado... 



domingo, 18 de marzo de 2012

Desierto....




Mi eterna pregunta, mi eterna incertidumbre: ¿es mi mundo desértico o es el desierto mi mundo? Nadie responde porque nadie está. Dicen que es en el desierto donde se escucha mejor la voz interior. Luego, ¿qué voz? Si hasta ella se ha apagado. 

Imagino, deliro y vuelvo a mi hábitat: todo calmo. 

Aunque el ruido suele opacar el sonido de la música, señores el silencio absoluto, profundo y prolongado tornase insoportable… No puedo (y no quiero) reírme sola.

Quizás, alguna vez aluciné en escuchar a alguien, en ver por lo menos una tenue figura. Nada. Sólo proyección de la misma necesidad intrínseca que agobia. Sólo un instante.

No me juzgues.

Respirar se hace una tarea cada vez más difícil.





sábado, 17 de marzo de 2012

Advertencia




 
Llámame como quieras. Tus palabras rozan mi mente. Pero ten cuidado, el perro está suelto.

Advertencia: cierra la boca o te la cerraré. Recuerda que tengo influencias.

Aguas mansas.

Sientes la calma? Es la que precede al huracán.


jueves, 15 de marzo de 2012

Ovejas o elefantes? Acerca del lenguaje: un mundo de sentidos...


 En las nubes algunos ven elefantes y otros, ovejas... 
Podríamos hablar del lenguaje como una de las más importantes adquisiciones del hombre en sus primeros años de vida. Adquisición que lo vincula con los Otros y con el Mundo que lo rodea y en el cual está inserto. Es, a su vez, fruto de la evolución o complejización de la inteligencia en el ser humano.

Ahora bien, qué relación existe entre sujeto y mundo a través del lenguaje? A decir de Vigostky (y pienso es una de las mejores fundamentaciones) el lenguaje constituye un instrumento semiótico por el cual el sujeto internaliza la cultura. Internalizar la cultura es aprehenderla, apropiarse de ella a través de los “nombres” , del “decir a la cosa”, de otorgarle el significado, un significado.

En realidad, es captar el significado que está impuesto de antemano por el conjunto de actores de un determinado contexto socio-histórico. Pero esa captación no es pasiva.  El lenguaje se constituye en una construcción social histórica que antecede al sujeto, pero que a su vez éste lo recrea, le “carga” nuevos sentidos en el momento de su apropiación.

Es también,  un sistema de símbolos y signos que es aprendido en el espacio por el cual recibe la significación, casi podríamos hablar de una relación hermenéutica entre sujeto y lenguaje. Decía Borges en su poema “El Golem”: “Todo el Nilo en la palabra Nilo”. Entonces, con el lenguaje capturamos la realidad, la cosa, el pensamiento, lo cristalizamos, cosificamos para conseguir una relación con el mundo, para identificar los objetos que en él están y para identificar-nos.

Así, las cosas “son” como se dice ser luego de haberlas nombrado como tales. O qué eran antes de ser nombradas por el hombre? Ahora son “algo” definido de modo (generalmente) universal y relativo a la vez.
El lenguaje es, por tanto, el elemento que tenemos para situar-nos en, con, sobre, por el mundo. Y no sólo situarnos sino también transformarlo, decir la palabra que capture, pero a su vez, que libere.

De allí, y a decir de Vigostky, el lenguaje constituye uno de los procesos  psicológicos superiores en el ser humano (y decimos uno en tanto el  Pensamiento también está en esta línea). Así, pensamiento y lenguaje establecen una relación dialéctica. Y ambos atravesados por un contexto socio-histórico que lo constituye y hace que el sujeto nombre y se nombre en el mundo.