viernes, 13 de septiembre de 2013

No me resigno...


En las noches como ésta lo tuve entre mis brazos. 



Lo besé tantas veces bajo el cielo infinito... 

Mi alma no se contenta con haberlo perdido...







El aire fresco de esta noche, de esta noche en particular me recuerda a vos... La música de fondo y el ruido de la lluvia que cae lentamente sobre mi techo me recuerda a vos. No quiero, pero lo hacen, y de pronto me quedo atrapada en esos recuerdos que, a simple vista, parecieran los momentos más hermosos que jamás haya vivido.

Esa es la terrible limitación del hombre: no poder vivir de nuevo en aquellos momentos felices: versos, lugares, olores, caricias. Todo me recuerda a vos.

Parece una caricia, una pluma sobre la mejilla, un cosquilleo en el estómago... es el aire que sopla y no se por qué me remonta a aquellos momentos que te tenía, que me tenías entre tus brazos, cuando nada parecía peligroso, cuando todo era sueño, sueños... Cuando te tenía, cuando me tenías.

Han pasado tantos años de aquella brisa que soplaba sobre nuestras caras en esa avenida que nos veía tomados de la mano. No hay amores así, no hay historias así. Sin embargo pareciera que el viento me sigue, sabe dónde estoy,  cómo quiero sentirlo y lo bien que me hace. 

No me resigno, no quiero olvidar, no siento que haya terminado. Una historia así no termina jamás.

El viento nos sigue. No me contento con haberte perdido. No me contento.... No te he perdido...

Lo se, lo sabes, el mundo lo sabe...