lunes, 16 de enero de 2012

Encantos del Discurso Único...

 Imposiciones como suaves melodías...al tiempo dejan sordo a quienes las escuchan...

Cómo habla usted Señor! La verdad no entiendo su pensamiento o su lenguaje. Me parece sin sentido y lo veo lejano al mío. Mi  discurso se aproxima a la verdad, a la razón, contempla los requisitos de considerárselo válido; pero usted, usted sólo me da risa.
No crea, de todos modos, que mi intención es herir su suceptibilidad o  desvalorizar su opinión...¡No! Por favor! Respeto la libertad de pensamiento y de expresión, sólo quiero ayudarlo a encontrar la verdad así como yo lo hice.
Las personas de la ciudad ven mejor los detalles de la misma: sus luces, moviemientos, colores...Mientras que aquellas que viven campo adentro tienen agudizado el sentido de la vista y el oído aún en la oscuridad más tenebrosa del monte, en medio de víboras, zorros y otros animales peligrosos. Pero también captan de otra manera el amanecer. Más yo digo: "mi ojo ve bien, perfectamente bien en ambos contextos".
De veras no comprendo señor -y claro que he tratado de hacerlo, ufff si lo sabré- su falta de intelectual-ismo. Yo que he leído tanto, que estoy en condiciones de explicar cualquier fenómeno con las razones que la lógica y el pensamiento único me han brindado.
Considero que con el tiempo llegará al conocimiento de la verdad y será un reconocido orador - como yo-
Insisto, no es mi intención descalificar su postura.

Por favor, perdón y gracias...